lunes, 23 de mayo de 2016

Día ocho: Valle Sagrado de los Incas

Uff... Hoy me he tomado el tiempo de escribirles un tanto antes de lo habitual.  Estoy sentado en el vagón H, en el último asiento del tren que nos transporta desde Ollantaytambo a Machu Picchu pueblo, escuchando una música típica de los Andes.  Afuera ha comenzado a llover y la neblina se mezcla con los cerros por los que se abre paso el tren.  Está anocheciendo y la luz del ocaso le da un singular color al paisaje.  Veo a todos los muchachos felices, algunos conversando con otros turistas, otros entre ellos mismos y otros sencillamente descansando.  Estoy seguro que de vuelta sin duda alguna tendrán algo bello que contar.  Pero lo que ellos no saben, y yo ya veo, es que han vivido una experiencia única que les hará crecer y ver el mundo de mejor manera.

Benja Piazzano va animando el grupo filmando el viaje con la Go, Benjamin Yáñez va en medio de Oscar (nuestro tour operador) y Hernán, aportando a la plática su visión tan particular y optimista de todo.  Nico Carrasco y Vicente van conversando animadamente con un grupo de turistas contándoles sobre todo lo que han realizado en este viaje.  Toño está tocando la zampoña que Domingo compró para tocar en música.  Tomás y Agustín van descansando, ha sido una mañana muy difícil para ellos pero se han recuperado con una fuerza de voluntad y un temple increíble.  Rolando, Seba W., Joaco Olea y Alejandro están jugando animosamente un juego de cartas: carioca al parecer.  En el sector del lado  están Mauro, Yrian, Ignacio y Raimundo, haciendo lo propio con otro mazo de cartas.  Benja Moreno va con Pancho Corvalán conversando no sé de qué mientras que Joaco Ríos está escuchando música y maravillado del entorno.  Diego va a mi lado observando el paisaje y conversando de vez en cuando sobre el turismo y el las bellezas que hemos visto. Willy  y Jota van escuchando música mientras Tredinick juega un juego de fútbol. Álvaro está sacando fotos con la cámara de Willy y Martín está realizando "quimiosíntesis"  ( "nada" en el humor intelectual que lo caracteriza).  Pardo está jugando el juego sensación del viaje de estudios: el BBTAN. Ian y Pablo van posando para sus selfies.

El tren nos lleva por la ceja de selva bordeando el mítico río Urubamba y acercándonos cada vez más a la cúspide de este viaje inolvidable.  Estamos a horas de pisar el día de mañana las Alturas de Machu Picchu. Pero el día comenzó temprano así que aquí va el relato.

A las 8:00 de la mañana iniciamos la jornada con lo justo y necesario para el viaje que se nos venía.  Abordamos el bus y comenzamos a subir por los cerros de la ciudad de Cuzco para tomar rumbo al valle sagrado.  Pasamos a observar un nuevo proyecto privado que en conjunto con la comunidad local han desarrollado para potenciar el turismo en base a los productos derivados de la lana de camélidos.  Había un museo explicativo, luego una demostración de cómo era el trabajo en el telar y posteriormente estaban ahí los animales reales: Guanacos, vicuñas y alpacas esperaban por que la gente le diera de comer.  Finalmente una tienda con los productos creados por los artesanos y las tejedoras.

Seguimos avanzando y apareció ante nosotros el hermoso valle sagrado.  Un valle regado por el río Urubamba, que en ese sector se denomina wilcamayo. La foto de rigor, pero dos de los nuestros no estaban bien.  El esfuerzo anterior estaba pasando la cuenta.  Observamos desde el camino un cóndor que se formaba en las montañas con las terrazas de cultivo.  Era Pisac.  Un centro ceremonial precioso con enormes construcciones de piedra y ese era nuestro siguiente destino.

Aquí tuvimos que reaccionar con Hernán pues a medida que avanzábamos en medio de las curvas el mareo se apoderó de dos de los nuestros.  Como yo ya había realizado esa visita decidimos bajar del bus a los chicos que se sentían mal y yo me quedé con ellos.  Mientras el grupo siguió hacia Pisac.  Sí, había que hacerlo, siempre la integridad de ellos es lo primero.  Les compré mate de coca, mucha agua y a descansar en el pasto.  Al regreso del grupo, después de unos 45 minutos ya estaban mejor.

Como yo no subí con el resto del grupo, le pedí a un alumno periodista que narrara su experiencia y esto fue lo que escribió:

Cuando llegamos a Pisac un compañero me preguntó: ¿Oye, esto es Machu Picchu? Aunque haya estado un poco perdido cabía destacar lo inmenso que era; al entrar se apreciaba una gigante montaña tallada en terrazas que nuestro guía Jorge de forma muy clara nos enseñó cómo se hacía. Por más que algunos de nuestros compañeros no se sentían tan bien, la gran mayoría hizo el recorrido y terminaron afirmando que si bien estaban agotados valió la pena totalmente y con más entusiasmo incluso para la siguiente parada que era Ollantaytambo. La mejor anécdota que se podría contar de nuestro viaje a Posac fue cuando nuestro característico y único guía en Perú Jorge nos hizo respirar con los ojos cerrados, la mano derecha en el corazón y la otra en el estómago para sacar nuestra voz y después gritar "¡Hananpacha!" Con toda nuestra fuerza. Hananpacha viene de "hanan", que significa cielo y "pacha", que es tierra en quechua lo que representamos con el cóndor, y que, además, es el nombre que Jorge el guía le puso a nuestro grupo para que nos destacáramos de los demás.

Genial! Luego, ya todos juntos, recorrimos el mercado artesanal de Pisac que es enorme. Después fuimos a almorzar a un restaurante buffet.  Ya sé lo que están pensando pero no, no había trucha.  No es necesario que les describa lo riquísimo que estaba la comida pues voy a quitarle espacio a las otras cosas.  (Eso sí que había un budín de chocolate de las mil maravillas!!).

Luego, como a las 15:15 llegamos al maravilloso Ollantaytambo.  Es grandioso . Terrazas de cultivo que forman una llama.  El rostro de Tunupa esculpido en el cerro.  Una pirámide hecha con los cultivos.  Unas terrazas de cultivo enormes, escaleras grandes y mucha gente.  Todos subimos, incluso los averiados que a esa hora ya estaban bien.   La estación del tren está al lado del centro arqueológico.  Nos dirigimos rápidamente a la estación en donde a las 16:36 en punto ( la hora programada) partió el tren.

Mañana partimos temprano. Todos están bien, recuperados, descansando y ansiosos de que llegue el gran día de subir al "alto arrecife de la aurora humana".

Es posible que mañana otra vez no pueda escribirles de inmediato pues tenemos otro viaje nocturno ya preparando la vuelta a Chile.

Saludos a todos.

Seguimos bien los 30 en el viaje.
Manuel Escalona Vega.

6 comentarios:

  1. Fantástico simplemente fantástico . Gracias Profe !!!!!

    ResponderBorrar
  2. Que bien, Manuel.
    Sigan tal cual.
    Saludos a todos.

    ResponderBorrar
  3. Que maravilla!!!! Gracias Señor!!! Todo es Don!!!
    Gracias Manuel!!!!

    ResponderBorrar
  4. Que buena aventura para todos...que lo sigan pasando bien !

    ResponderBorrar
  5. Fantástico relato...Te felicito Manuel.
    Al regreso te daremos el Pulitzer Prize, en al categoría corresponsal en ruta.
    Saludos.

    ResponderBorrar
  6. Excelente Manuel, parece que estuviera allí gracias a tus relatos. Saludos a todos.

    ResponderBorrar