jueves, 26 de mayo de 2016

Días nueve, diez y once. Haciendo Cumbre.

 He querido emular esta etapa final con la idea de llegar a la cima de un monte.  Llegamos a la cúspide de nuestro viaje y comenzamos rápidamente el bajada.  Han sido once días llenos de emociones, aventuras, risas, preocupaciones, logros.  Sobre todo logros.  Cómo no sentirme contento con ver a estos jóvenes regresar felices de esta aventura. Ver que han enfrentado sus propios desafios y cada uno ha dado lo suyo para que este viaje resultara lo mejor posible.

Siento que todos llegamos llenos de expectativas nuevas, de nuevas metas que alcanzar. Hemos ido literalmente desde los Montes al Mar, tratando de ser fieles representantes de todo lo que significa Montemar.

El cansancio de este viaje intenso es el reflejo de una gran experiencia vivida.  De que se hizo todo lo posible por sacar el máximo provecho al esfuerzo que hicieron los padres y el colegio por darle forma a esta experiencia.

El día martes amanecimos en el pueblo de Aguas Calientes.  El desayuno en el hotel fue el primer acercamiento a lo que se venía, debíamos subir al sexto piso y ahí, en una ubicación privilegiada se asomó lo que no vimos al llegar de noche: la belleza de los montes que rodeaban el pueblo era enorme.  Verdes y empinados, hacían preguntarse cómo algo podría esconderse atrás de ellos.

Luego del desayuno fuimos de inmediato a abordar el bus que nos llevaría cuatrocientos metros arriba para ver la ciudad sagrada.  Había una gran cantidad de turistas lo que significaba que efectivamente estábamos a punto de llegar a un atractivo de clase mundial.

El "uuuuu" que se escuchó a la salida del sendero que nos llevaba al primer mirador fue decidor:  ahí estaba, ante nosotros, "la más alta vasija que contuvo el silencio", Machu Picchu.

No hubo necesidad de decir algo, solicitar silencio, pedir orden. No, los chicos dimensionaron de inmediato lo que estaban observando.  Una enorme ciudadela construída de piedra sobre muros de contención que la sostenían de caer cerro abajo.  Un día soleado, de fondo la montaña de Huayna Picchu que según la leyenda guarda en su forma la figura del puma y del cóndor andino.

Comenzamos a recorrer esta ciudad aprendiendo sobre lo maravilloso que estos hombres y mujeres habían desarrollado.  Caminos, casas, templos, observatorios, calendarios solares, nada estaba realizado al azar.  El lugar está cada vez más resguardado, los senderos más demarcados y el trayecto se realiza por medio de los lugares más importantes.  "Profe, vamos a bajar, pensaba que solo se veía desde acá arriba" me comentó un alumno que todavía no creía donde estábamos.

Al salir, después de unas cuatro horas de recorrido, bajamos al pueblo con la sensación haber hecho cumbre y comenzar el descenso. Venía algo difícil: el retorno.

Bajar de la cumbre dicen que es más difícil que subir, y siguiendo la analogía, nosotros debíamos volver y nuestro retorno era de unas 16 horas.  Los chicos sabían de la situación así que comimos bastante bien en el restaurante buffet en Aguas Calientes, y emprendimos el retorno en el tren a Oyantaytambo.  Al bajar, un señor belga me buscó y en ese español con acento inglés me dijo "profesor usted tener muy simpáticos alumnos! Lo felicito". Los chicos luego me contaron que era un profesor de historia, de Bélgica y que en inglés estuvieron dialogando con él todo el viaje.

El bus nos estaba esperando para llegar a Cuzco y embarcarnos hacia Arequipa, pero quedaba algo más, algo que nos sorprendió a todos.  En el pueblo de Cachaña nos estaba aguardando una demostración del trabajo de las mujeres en el telar. Espectacular.  Nos mostraron todo el proceso de su trabajo, desde el principio para obtener la lana, pasando por el teñido con semillas y otros elementos naturales, hasta la confección de hermosos chalecos y mantas.

De ahí a Arequipa. Tomamos nuestras cosas del hotel y nos fuimos al terminal de buses. 20:30 salía el bus y el cansancio nos ayudaría a dormir durante el resto del viaje. 

Así llegó el día diez.  Después de hacer un transbordo en Arequipa, seguimos rumbo a Tacna en donde la confirmación que les dimos de una segunda pasada a comprar los animó a todos.

Almorzamos a eso de las 15:00 para luego dirigirnos a la feria.  Luego de eso nos fuimos a la frontera.  Eran aproximadamente las 18:00.  Ya no era novedad la amabilidad y respeto de los chicos, rápidamente pasamos por el control peruano y nos dirigimos al control chileno.  Acá acurrió algo especial.  Ya llegando a la parte chilena comenzamos una cuenta regresiva. No, no era para gritar Viva Chile! o para cantar la canción nacional. "10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1..... TENEMOS SEÑAL!!!!!"   Ahí habrán notado ustedes que estábamos en Chile pues comenzaron los llamados y respuestas de mensajes de inmediato. El paso por la aduana chilena fue expedito, nuevamente los muchachos con su cordialidad se llevaron las felicitaciones de los funcionarios de aduanas y pdi.  Ya a esta altura todos los felicitan.

En Rinconada de Azapa nos esperaba el relajo que entrega una buena piscina y un buen partido de fútbol.  Nos lo merecíamos.  Luego por la noche cenamos.  Parrillada de carnes, ensaladas, papas fritas, arroz, bebidas.... Como dijo un sabio filósofo inca: "un manjar".

Armamos nuestras carpas y a descansar..

Hoy, el día once, ha sido el más difícil para despertar.  Sabemos que nos quedan unas horas para llegar a nuestras casas y que no podemos aflojar en el último trayecto.  Hicimos el check in en el aeropuerto a las 10:00 y embarcamos en el avión.

Quiero aprovechar de agradecer enormemente a nuestro tour operador y gran amigo Oscar Valderrama quien hizo que todo en este viaje saliera perfecto.  Nos acompañó en todo y fue un profesor más al cuidado de los muchachos.

Gracias por acompañarnos, gracias por rezar por nosotros, gracias por haber compartido nuestra historia con sus amigos y familiares.  Gracias.

La foto con la que inicié el blog, ahora con nosotros ahí, da por finalizado este Viaje de Estudios 2016.

Vamos de regreso a nuestro hogar, bien en el bus los 30.









2 comentarios:

  1. Estaba esperando este ultimo relato. Mil gracias Manuel, y a todo el Colegio ¡¡

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  2. Estimado Manuel. Como darte las gracias por tu reporte fiel perseverante y puntual que os ha permitido a los papás además de vivir con ellos esta experiencia aunque sea. La distancia calmar la ansiedad de las mamás preocupadas y con síndrome de abstinencia por tener al hijo regalón lejos. Gracias a ti gracias a Hernan pero sobretodo gracias a Duos que ha permitido esta maravilla y les ha acompañado en cada uno de sus pasos. Ojalá sea una vivencia que no olviden!!!
    GRACIAS!!!

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