Día tres: Tacna y Arequipa.

Hoy todos despertamos muy repuestos, por una parte porque dormimos bien, pero creo que lo más importante era la expectación por llegar a la ciudad sagrada.  No, aún no vamos a Machu Picchu, era el debut de la ciudad de Tacna.

Después de un rico desayuno de jugos naturales con un enorme sandwich ave palta, más queque y leche con chocolate, emprendimos el viaje rumbo a la frontera con Perú.

En el paso Chacalluta, que en lengua aymara significa "puente resbaladizo", realizamos de manera muy expedita todos los exigentes trámites de rigor.

En Tacna tienen una hora menos que nosotros así que llegamos bastante temprano.  Nos bajamos en el centro y fuimos rápidamente a cambiar el dinero a soles.

Luego nos dirigimos hacia la catedral donde, a propósito del año de la misericordia, ingresamos por la puerta santa.

Seguimos hacia el arco del triunfo en donde se alzan erguidos los cuerpos de Grau y Bolognesi, héroes peruanos de la guerra del pacífico.

A las 11:45 ya habíamos realizado todos eso y quedaba tiempo para lo más importante del día: ir a comprar poleras.

Las camisetas de fútbol más impensadas (fútbol árabe por ejemplo), aparecieron de vuelta de la hora y media que tuvieron para comprar.  Gorros, poleras, recuerdos y muchas otros artículos comenzaron a aparecer en el bus acompañados de una impresionante sonrisa en cada uno.  No hubo nadie que no quedara asombrado con esa verdadera "ciudad santa" de las poleras de fútbol.

Es increíble lo que ese lugar provoca, nadie estuvo cansado para dejar los pies recorriendo la feria.

A las 13:00 almorzamos un rico pollo al horno con ensaladas, con una palta reina de entrada.

Luego nos dirigimos al terminal de buses para abordar a las 15:00 el bus con destino a Arequipa.  La calidad del bus era muy buena, yo lo agradecí pues pude estirarme casi completamente en el asiento del bus.  Como siempre los muchachos se comportaron muy bien.

Llegamos a las 21:00 y nos dirigimos al hotel en donde nos esperaba una tremenda sorpresa: los abuelos de Yrian Paz nos estaban esperando en el hotel!!. Fue muy emocionante ese momento pues recibieron a cada uno con mucho cariño. Pero eso no era todo, les acompañaba la estudiantina de la universidad nacional de San Agustín UNSA y nos dieron un enorme recibimiento musical.  Mil gracias a don Benjamín y doña Teresa por su cariño y preocupación.

Luego de esa sorpresa, cenamos en un restaurante a media cuadra del hotel y volvimos a descansar en las habitaciones que les designamos.

Como verán, un día que se proyectaba "aburrido" nos entregó enormes momentos de alegría.  Mañana haremos el recorrido por esta hermosa ciudad desde las 9:00, por la tarde tomaremos rumbo a la cuidad de Chivay en donde espero poder tener red para contarles cómo estuvo todo.

Saludos cordiales.

Manuel Escalona Vega.

Profesor Jefe.